La noche del jueves 10 de abril, el Auditorio Nacional no fue simplemente un escenario: se transformó en un universo sensorial, un santuario donde la luz y la música bailaron al unísono. REYNO, en el epílogo de su travesía “Cierre de gira X años” , no solo ofreció un concierto: tejió un hechizo emocional que envolvió a millas de almas presentes.
En el corazón palpitante de este espectáculo, Ángel Álvaro , LD visionario, se alzó como el escultor de la luz, dando forma a la atmósfera visual con una precisión casi coreográfica. Su mano experta, guiando la programación lumínica con los equipos Sun Star , convirtió la tecnología en arte: no eran simples luminarias, sino pinceles de energía que trazaban emociones en el aire. Cada fulgor, cada penumbra y cada destello fue tejido con intención, amplificando la esencia emocional del viaje sonoro que REYNO ofreció esa noche.
Detrás de este despliegue titánico, se encuentra un engranaje humano de precisión milimétrica: el equipo de ACL Lighting , liderado por el meticuloso y apasionado Arturo Cabrera , en sinergia con la visión y producción impecable de Producciones David Pesina. A este núcleo se sumó también el talento de Cristian Vargas , quien en conjunto con Ángel Álvarado lograron una impresionante programación y diseño. Aportando una mirada creativa esencial para construir esta experiencia. Este equipo no trabajó solo: cinceló, moldeó y alzó un monumento de luz sobre el escenario. Fueron quienes dieron vida a la visión, organizando, montando y dirigiendo cada equipo Sun Star. para materializar este recital en algo mucho más grande : una para materializar este recital en algo mucho más grande: una experiencia.
El lienzo lumínico fue dibujado con un arsenal escénico de vanguardia. 44 SOUL RGBW emergieron como guardianes del logo de REYNO, dando forma a una imagen icónica que se elevó entre la bruma y la emoción. La programación fue quirúrgica, casi alquímica.
16 ACRUX CMY trazaron líneas de intensidad con sus capacidades Spot, Wash y Beam, expandiendo los límites del Auditorio Nacional y bañando el espacio con una paleta visual que respiraba al ritmo del concierto. A su vez, 24 ACRUX 300 , con sus prismas giratorios, invocaron paisajes sensoriales que acompañaron los momentos más íntimos del repertorio.
Pero el clímax emocional no habría sido el mismo sin las 24 KALEIDOS y las 12 VEKTOR . Las primeras , con su embrujo pixeleable, diseñan atmósferas que parecían arrancadas de un sueño lúcido, mientras que las segundas aportaron profundidad y dimensión con sus efectos de wash, sellando una fusión perfecta entre el universo sonoro y el cosmos visual.
Y como si este viaje no fuera ya deslumbrante por sí mismo, REYNO abrió su universo a otros astros musicales: Rubytates , Dorian y Manuel Coe de Camilo Séptimo se sumaron como invitados especiales, entrelazando sus voces y energías en un acto de comunión artística que hizo vibrar al Auditorio Nacional con fuerza renovada. Cada fue colaboración un nuevo capítulo dentro de esta odisea, una constelación sonora que elevó la experiencia a nuevas alturas.
Este no fue un simple concierto. Fue una comunión entre arte, tecnología y emoción. Fue un acto de fe en la luz como lenguaje emocional. Por ello, agradecemos profundamente a Producciones David Pesina y ACL Lighting por su incansable labor y su confianza hacia la firma Sun Star , permitiéndonos ser parte de esta odisea final de REYNO, que no cierra un capítulo, sino que consagra una era.